Psicología y Arte


Cuando estudié Psicología tuve un par de momentos de mucha tensión, incluso pensé en abandonar la carrera. Esto era porque lo que estudiábamos me parecía muy lejano a mi realidad y a la realidad de las mujeres con las que convivía o había conocido en mi vida, no me hacía sentido. Las epistemologías, teorías, metodologías y métodos que nos hacían aprender eran (son) patriarcales en su totalidad; colmadas de misoginia, racismo, clasismo, lesbofobia, adultocentrismo, especismo, gordafobia… Parecía que al final, solo se trataba de ser grandes tecnócratas de la refuncionalización.

Un sistema que enferma a las mujeres, más tarde nos dice que nosotras somos el error; ya nos han estado observando, interpretando, nombrando y categorizando -para la explotación, uso y desecho de nuestras vidas-, y desde discursos buenistas, brindan «soluciones» a «nuestros problemas»: mejora tu autoestima, puedes bajar de peso, esa es una idea irracional, hay que modificar tus estructuras de pensamiento, eso se resuelve con un programa de condicionamiento operante, tienes un complejo edípico, y todo un etcétera que no vale mencionar aquí. Se trataba de convencer a las otras que ellas eran el problema (y el mensaje se entiende para una misma), y nuestra misión era regresarlas a un sistema que las ha oprimido, violentado y enfermado, pero regresarlas menos quejumbrosas, más contentas, sedadas.

Y claro que esto no solo sucede solo en la psicología, sino en cualquier disciplina proveniente del pensamiento dominante. Por eso cuando me re-acerqué a los espacios de creación y expresión, al dibujo, escultura, pintura o alfarería, encontré lo mismo: los «padres» de cada corriente, reproducción de misoginia en cada espacio, lógicas de competencia. En fin.

Con el tiempo y a través de procesos de recuperación de nuestras capacidades de crear, expresar y sanar, en espacios con mujeres y recuperando saberes ancestrales, me aventuré a abrir este curso para hacer una revisión crítica de la psicología y el arte, politizarlas, conocer los vínculos que se han propuesto hasta ahora y sobre todo, seguir generando propuestas juntas en torno a la creación y sanación como elementos vitales de los procesos sanadores entre mujeres, que acuerpamos.

No se trata de buscar y reproducir lo que encontramos en la academia, sino de memoriar, imaginar y crear juntas.

¿Verdad que es maravilloso crear desde nosotras?

  • Compartir nuestras experiencias en relación a los temas
  • Conocer y leer a mujeres que hacen críticas importantes al androcentrismo
  • Revisar historias de mujeres en la psicología y el arte
  • Conocer obras de mujeres en resistencia 
  • Generar un ambiente crítico y de movimiento para la creación y sanación entre mujeres y desde el feminismo
  • Revisar el androcentrismo en la psicología y el arte
  • Reflexionar sobre el lugar de las mujeres en el estudio de la psicología y el arte
  • Explorar críticamente las propuestas que han vinculado psicología y arte
  • Aproximarnos al feminismo como lugar de encuentros posibles (diferentes, radicales y entre mujeres) entre psicología y arte
  • Profundizar en la cuerpa como documento vivo para explorar y crear desde nosotras mismas
  • Construyendo otras aproximaciones en los vínculos psicología-arte entre nosotras y desde una perspectiva feminista

Si piensas que es un espacio que te convoca, no dudes en escribirme:

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