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En un aรฑo me gradรบo en los estudios Medicina Integrativa, a veces me hubiera gustado empezar estos estudios hace diez aรฑos, pero confรญo en ha sido en el tiempo que ha tenido que ser, despuรฉs de todo, cada historia vivida me ha llevado hasta aquรญ.
La manera en la que nos han hecho crecer ahistรณricas es muy ruin, pues casi que nos convertimos en autรณmatas que no recuerdan quรฉ comieron ayer, cรณmo durmieron la semana pasada, si acaso sonreรญste por algo con lo que te sentiste alegre o si has llorado en el รบltimo mes. El tiempo acontece, parece, siempre para adelante, siempre lineal. A mรญ me daba miedo, corrijo, a mรญ me da miedo recorrerme hacia atrรกs, sรญ, todavรญa me da miedo, porque hay muchas cosas que sigo sin lograr acomodar, que no puedo nombrar pรบblicamente, que sรณlo he hablado con las mujeres cercanas a mรญ o que incluso, sรณlo han sido parte de mis soliloquios, por el dolor que representan, porque ni siquiera ha habido forma de apalabrar algo que sigue siendo visceral, porque como mi abuela o mi tรญa dicen cuando platico con ellas โay hija, para quรฉ quieres saber, son cosas feas, vivimos tantas cosas feas que ya no hay por quรฉ estarlas recordandoโ. Despuรฉs de esto no dicen mรกs, voltean su mirada y yo me quedo ahรญ contemplando, sintiendo esas cosas feas pero al mismo tiempo contenta de saberlas vivas.
La bรบsqueda de poder dentro de mรญ implica que debo estar dispuesta a atravesar el miedo para llegar a lo que hay detrรกs de รฉl. Si examino mis puntos mรกs vulnerables y reconozco el dolor que he sentido, podrรฉ eliminar del arsenal de mis enemigos la fuente de ese dolor. Entonces, mi historia no podrรก ser utilizada para afilar las armas de mis enemigos y eso reducirรก el poder que tienen sobre mรญ. Nada de lo que acepto sobre mi persona puede ser utilizado para menospreciarme. Soy quien soy y estoy haciendo lo que he venido a hacer, actuar en ustedes como una droga o un cincel para recordarles lo que de mรญ hay en ustedes a medida que las descubro a ustedes en mรญ. (1)
Aunque conozco sobre los principios de la medicina tradicional china y mexicana desde hace diez aรฑos, sรณlo en estos รบltimos tiempos logrรฉ moverme a su estudio comprometido y consciente. La psicologรญa me habรญa dado el tรญtulo, muchos vaivenes, crรญticas, enojos, desesperanzas. No ejercรญ como terapeuta aun despuรฉs de graduarme, pasaron varios aรฑos antes de eso, porque el movimiento que me permitiรณ sentirme capaz de acompaรฑar a otras fue el de reconocerme capaz de acompaรฑarme a mรญ misma. Para eso pasaron casi treinta aรฑos de mi vida, seis despuรฉs de salir de la carrera.
Acompaรฑarme a mรญ ha significado irme historiando, buscar, preguntar sobre mis ancestras, hablar con ellas, indagar lo mรกs que pueda, escribir, llorar, rabiar, re-sentir, incluso colapsar.
Acompaรฑarme a mรญ ha significado saber que mi abuela paterna se suicidรณ cuando era joven, yo no la conocรญ pero acompaรฑarme ha significado conocerla a travรฉs de los relatos sobre ella, a travรฉs incluso de mรญ, de mi cuerpa. Cuando tenรญa unos trece aรฑos sentรญ una profunda pรฉrdida de la alegrรญa de vivir, fue un tiempo de autodestrucciรณn para mรญ, ensimismada y herida, no sabรญa porquรฉ estaba sintiendo tanto, tan desbordadamente. Fue hasta pasados los veinte aรฑos de edad que supe que la abuela se habรญa suicidado. En ese instante muchas cosas hicieron โclicโ, tomaron sentido, comprendรญ corporalmente tanto de lo que previamente sรณlo aparecรญa con agobio y melancolรญa. Puedo decir que fue triste saber esto de la abuela, sobre todo por pensar quรฉ tanto habrรญa pasado como para decidir frenar su vida. Pero al mismo tiempo fue liberador, porque mi cuerpa tenรญa una pieza que parecรญa faltar. Sigo llorando esto, sigo politizando e intentando sanarme y sanarla a ella.
Acompaรฑarme a mรญ ha significado reconstruirme despuรฉs de que mi madre muriera de cรกncer, cuando yo tenรญa cinco aรฑos. Fue un cรกncer mamario que hizo metรกstasis en los pulmones. Fue fulminante. Una mujer que muere de cรกncer muere literalmente ahogada. Conocer historias de mi madre me ha permitido saber quรฉ fue lo que la ahogรณ. Pero antes de conocer esas historias y de generar la posibilidad de ir sanando su muerte, las cosas no fueron sencillas.
Mis dos abuelas nacieron en Veracruz. Mi abuela materna fue dejada en una casa, la casa de los patrones, donde desde muy niรฑa viviรณ la explotaciรณn y las violencias de este sistema. Mi abuela paterna creciรณ con las expectativas generadas a partir de una familia mรกs โacomodadaโ. Ambas terminaron en el Distrito Federal, ambas se casaron y ambas tuvieron hijos e hijas. Ambas vivieron con la ilusiรณn de una familia feliz, perfecta, saludable y llena de amor. Para ambas, los caminos que vinieron estuvieron alejados de aquel ideal.
Mi madre naciรณ en el Distrito Federal, ahรญ tuvo a sus dos primeros hijos. A partir del empobrecimiento ella fue migrando, a veces siguiendo a mi padre, a veces buscando refugio con su madre y hermana. Yo nacรญ en Zapopan, a los dos aรฑos nos fuimos a Salamanca, hasta donde sรฉ, a vivir en un cuartito de piso de tierra que nos fue prestado por una tal โseรฑora Joseโ. Mi mamรก lavaba ropas de las personas, planchaba, cocinaba, vendรญa, pedรญa dinero prestadoโฆ Unos aรฑos pasaron y fuimos al Distrito Federal donde finalmente ella perderรญa la vida en un cuarto de hospital. Yo supe la noticia en el jardรญn-estacionamiento de ese hospital, no pude verla en todo ese proceso, no supe nada. Sรณlo lo definitivo. Muriรณ. ยฟQuรฉ partes mรญas habrรกn muerto ahรญ tambiรฉn? Quizรก nunca lo sepa por completo.
De ahรญ en mรกs las cosas sรณlo empeoraron. Crecรญ con mi padre, dos hermanos mayores y uno menor, vivรญamos en un pequeรฑo cuarto en un predio donde tambiรฉn vivรญa otra familia. Era un lugar sucio, sin servicios mรญnimos, con una puerta de herrerรญa sin bisagras (habรญa que cargarla para salir o entrar), las ratas se escuchaban debajo de la cama todas las noches, comiendo basura. De ahรญ nos corrieron por falta de pago de renta y otros problemas. Llegamos a un pequeรฑo departamento en una vecindad cerca de las vรญas del tren allรก en Azcapotzalco, sรณlo podรญamos ocupar un espacio, porque lo demรกs era una bodega del dueรฑo. Ahรญ las ratas se convirtieron en cucarachas. Dormรญamos en el suelo porque no tenรญamos camas, y aquellos bichos rastreros amanecรญan dentro de mis orejas o paseando encima mรญo. En todos esos aรฑos, comer, se podrรญa decir, era un lujo. A veces se podรญa y a veces no. Y lo que comรญamos eran papitas, panes, golosinas o tacos de sal o nopales si nos iba bien. A veces podรญa ser mejor, sรณlo a veces, con unas enfrijoladas o espagueti.
De esa vecindad tambiรฉn tuvimos que salir. Llegamos a un departamento muy cerca del metro Rosario, nada fue muy distinto: comรญamos cuando se podรญa y lo que habรญa, nos cortaron los servicios por falta de pago y al final tambiรฉn nos desalojaron. Recuerdo de ese tiempo que al no tener agua, debรญamos hacer nuestras necesidades de desecho corporal o en una cubeta o en un periรณdico en el suelo.
Finalmente llegamos a una casa de interรฉs social cuando yo tenรญa unos doce aรฑos, esa casa se sigue pagando. Aunque nadie nos podรญa correr de ahรญ, las cosas con el alimento y las carencias de lo mรกs bรกsico seguรญan siendo lo cotidiano. Aun viviendo en Toluca, estudiรฉ la secundaria, la preparatoria y la Universidad en la Ciudad de Mรฉxico. En los camiones yo era a quien le sonaba a tripa de hambre, en el salรณn era la que nunca llevaba comida y siempre usaba la misma ropa (la รบnica que tenรญa), y sobre todo era la niรฑa que no tenรญa mamรก. Cosa por la que vivรญ un sinnรบmero de burlas y comentarios, explicaciones, opiniones y miradas que son como dagas (hasta la fecha). En fin, yo era ella. En la Universidad sรณlo contaba con 20 pesos al dรญa, mismos que eran para pagar los camiones y el metro. A veces ni eso, debรญa caminar la distancia del metro a la escuela o viceversa; andenes, callejรณn inmenso, avenida, vรญas, puentes, colonia, parque, iglesia y llegaba a la facultad. Un dรญa calculรฉ mal, pese a irme caminando al metro, lleguรฉ sรณlo con 3 pesos, me faltaban 2 pesos para poder abordar. Fue un logro que me los prestaran en la calle. De aquella รฉpoca recuerdo con cariรฑo a la mamรก de un compaรฑero, que a sabiendas de mi situaciรณn, sin que fuera la de ella muy lejana, me mandaba tortas aunque sea para desayunar. Nunca me dieron una beca mensual, aunque de todas las personas era la que vivรญa mรกs lejos y la que llevaba, con todo, el mejor promedio del salรณn (luego me enterรฉ que salรญ con el segundo mejor promedio de la carrera). La maestra Eve se dio cuenta de muchas cosas que yo pasaba, ella decidiรณ de su propia bolsa, brindarme un apoyo mensual mientras ella estuviera ahรญ, y aรบn despuรฉs, dejรณ dicho que debรญan seguir dรกndome ese apoyo. A la distancia, a ella, a la mamรก de mi compaรฑero, a mi madre, a mis abuelas, a mis tรญas, a mis primas, a mis amigas y a todas las mujeres que me mantuvieron con vida, les agradezco infinitamente. Incluyรฉndome.ย
Acompaรฑarme ha significado recordar estas historias, comprender que no son โmuy personalesโ, que no sรณlo me ocurren a mรญ, comprender su dimensiรณn polรญtica, mirar de cerca la estructura del sistema feminicida que lleva a perder la alegrรญa de vivir, al empobrecimiento, a la enfermedad, al suicidio de las mujeres. Yo perdรญ la alegrรญa de vivir a los 13 aรฑos, he sido autodestructiva en muchos momentos de mi vida, he pasado hambre, en mi cuerpa se han gestado padecimientos y enfermedades, he estado al borde de las mutilaciones definitivas, me habitaron ideas suicidas en el pasado. Reciรฉn en 2018 vivรญ una serie de momentos desoladores que tienen sus raรญces profundas en estas memorias de la cuerpa, podrรญa decirse que colapsรฉ, me desbordรฉ, ese diciembre sentรญ de manera enraizada los dolores de mis abuelas y de mi madre, seguramente de tantas ancestras mรกs. Sigo digiriendo mucho de lo que vivรญ en ese aรฑo, se sigue acomodando en mรญ, sigue siendo parte de mis entretejidos con el pasado, con mi presente y mi futuro, aรบn no estoy del todo lista para poder apalabrar hacia afuera, pero desde adentro me acompaรฑo, me enternezco, sano. Sรณlo desde el fondo mรกs hondo pude estar situada de tal manera que vislumbrรฉ mi vida, la importancia de historiarme, politizarme y sanarme, y al mismo tiempo historiar, politizar y sanar con/a mis ancestras. Se lo merecen y me lo merezco.ย
Acompaรฑarme ha significado hablar de esto, aรบn con miedoโฆ Porque llevo casi veinte aรฑos en un trabajo constante de recuperaciรณn, cultivo y cuidado de la alegrรญa de vivir. Ahora comparto con mujeres amadas, con mis tres gatas que me devolvieron la capacidad de sorpresa, ternura, intuiciรณn y defensa; mientras una me baรฑa, la otra me huele la mano buscando rastros de comida y la tercera me mira fijamente antes de enterrarme sus patitas en la panza a un ritmo suave y musical, tambiรฉn comparto con mi perrita viejita y sus dos compaรฑeros perrunos que llegaron en manada a mi vida y me hicieron ver de nuevo lo mรกs simple y maravilloso de vivir, a veces aullamos cuando pasa la seรฑora vendiendo helados y nos reรญmos mucho, comparto con las plantas que en diciembre de 2018 comprรฉ y que conservo y cuido como si fueran la memoria misma. Algunas se han secado, otras perdieron energรญas, las mรกs se han multiplicado y florecen.
Acompaรฑarme ha significado reconocer que a veces he tenido miedo de no haber vivido una vida plena, feliz y totalmente sana en el pasado y que esto, a los ojos ajenos, pueda llevar a la duda, la desconfianza y la burla. Pero ยฟquiรฉn de nosotras iba a vivir una vida plena, feliz y sana cuando hay todo un sistema milenario sobre nuestras espaldas tratando de asegurar que estemos sometidas, empobrecidas, enfermas y muertas?
Acompaรฑarme ha significado tambiรฉn saber que desde estos reconocimientos, decido acompaรฑar a otras mujeres, aรบn con dolores habitando mi cuerpa, aรบn con historias sin ser apalabradas, aรบn con miedo. Pero con la absoluta certeza de saber desde dรณnde las acompaรฑo y con quรฉ intenciones. Generamos juntas los espacios que posibilitan la sanaciรณn que tanto necesitamos, entre nosotras, las que aรบn heridas, no estamos dispuestas a callar, a enfermar, a ser muertas por este sistema. Pues en nuestras cuerpas se conservan memorias de opresiรณn, violencias, enfermedades, pero tambiรฉn -y sobre todo- memorias de rebeldรญas, de amora entre mujeres y de la alegrรญa de vivir.
Acompaรฑarme ha significado acompaรฑar a otras, de la misma manera que acompaรฑar a otras ha significado acompaรฑarme.
Este diciembre he llorado mucho, veo que la memoria de mi cuerpa habla en la รฉpoca decembrina, creo que siempre habrรก algรบn dejo de nostalgias que comparto con mis ancestras, por algรบn motivo, en diciembre. Por el frรญo, por los riรฑones, por el miedo, por mirar a travรฉs de la ventana, por recordar, suspirar, imaginar las utopรญas.
Me falta un aรฑo para terminar los estudios en Medicina Integrativa.
Las mujeres que acompaรฑo, muchas veces se sorprenden, cuando en nuestra primera encuentra les pregunto โยฟcรณmo estรกs pasando al baรฑo? ยฟhas tenido problemas con tu hรญgado? ยฟquรฉ sueles comer? ยฟquรฉ dirรญan tus riรฑones de esto? ยฟsabes dรณnde estรก tu bazo?โโฆ Vamos mapeando esa cuerpa que es un documento vivo con memoria histรณrica, porque la cuerpa habla a travรฉs de la palabra pero no sรณlo a travรฉs de la palabra, habla con una forma de sentarse, con un hormigueo en los pies, con una punzada en el estรณmago, con una inflamaciรณn intestinal, con un llanto, con una risa. La cuerpa nos dice tanto sin que nos hayan enseรฑado a escuchar. Cuando mapeamos podemos encontrarnos con dolores, ansiedades, excesos de pensamiento, inflamaciones, el bazo-pรกncreas. Vamos hilando las historias emocionales, familiares, contextuales, alimentarias, de descanso, orgรกnicas, porque no es una cuerpa fragmentada, y entonces apalabramos, comprendemos historiando, damos cuenta, tambiรฉn analizamos de dรณnde viene ese dolor, ese exceso, ese temor, de quรฉ estรก hecho, miramos las polรญticas sexuales de las emociones, de las enfermedades, y generamos invitaciones que nos convocan para llevar a cabo prรกcticas sanadoras cotidianas, conscientes e intencionadas.
Escribir esto, hoy, es parte de ese entretejido, de ese hilar sanaciรณn feminista.
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Referencia:
โข
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